A principio de los años treinta, los comunistas ortodoxos tomaron erróneamente a Weil por «trotskista». Sintió aprecio por el hombre, incluso cierta admiración, pero rechazaba el fondo de su idea de revolución, sus análisis y sus estrategias políticas. El desacuerdo se manifiesta, además, en lo referente a la situación de Alemania en 1933 y especialmente frente a la ambigüedad de los socialdemócratas y la ...
14,00 €